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Dentro de un saco, la policía encontró un cadáver a punto de reventar

Santo Domingo Este
Foto de archivo
En pocos minutos se dispararon todas las alarmas. Allí estaba el saco bastante grande, del que emanaba un olor nauseabundo.
Fue en la avenida en construcción que comunica la autopista de San Isidro con el hipódromo V Centenario.
Se trata de una zona boscosa, todavía no muy poblada y es un lugar ideal para que cualquier asesino "deposite" un cadáver.
De hecho, en otras ocasiones la Policía ha encontrado algún cadáver de hombre o mujer.

Por eso, cuando la patrulla de la Policía pasó esta mañana por el lugar, se encontraron aquel enorme bulto sospechoso.
La patrulla motorizada se detuvo y se acercó. El hedor era muy intenso. Con un trozo de rama, uno de los miembros de la patrulla empujó ligramente el saco.
Reaccionó angustiado al percatarse de que, en realidad, dentro del saco había un muerto.
De inmediato tomó su radio y se comunicó con "R8". Así se llama la central de radio de la policía. En este caso, era "R8" de la parte Este.
-"R8 aquí la doble....".
."Dígame doble....", le respondió R8.
Por el concepto de "doble" se conoce a las patrullas en motocicletas intgradas por dos agentes, uno de ellos conduce la moto, el otro está atento a la radio.
-"Hemos encontrado un saco con algo que parecer ser una persona en 129",. le dijo
"129" es la clave para referirse a una persona que,por cualquier motivo, está muerta.
"R8" rápidamente solicitóla ubicación y despachó hacia el lugar a una unidad de homicidios, que sabe "de esas cosas".
En efecto, uno de los oficiales apenas llegó, tomó "un palito" y empujó el saco con el cadáver, del cual brotó una parte del mismo con el olor pestilente.
El oficial en cuestión, y los supervisores, confirmaron la alerta inicial sobre el macabro hallazgo. Se corrió la voz y hasta el lugar llegaron algunos reporteros con cámaras fotográficas y de video en manos.
El oficial de homicidios le dijo a sus superiores que "es un hombre moreno, se le ven las uñas".
Hubo llamadas al Instituto Nacional de Ciencias Forences (INACIF), la Policía Científica y, sobre todo, al médico legista para levantar el cadáver.
Los curiosos se acercaron. Todos querían ser testigo del momento en el que el saco fuera abierto.
El problema es que no aparecía por ninguna parte el médico legista.
Por cierto, en toda la provinia Santo Domingo solo hay uno de esos funcionarios y estaba en Los Alcarrizos.
Fue necesario que cruzara la capital completa hasta llegar al lugar donde estaba el cadáver, varias horas más tarde.
Hasta una cinta fue colocada para definir la escena del crimen.
Los policías custodiaban celosamente el área. Expectativas y tensión.
¿Quién será la víctima? ¿Será hombre o mujer?,  ¿Cómo lo mataron?
Eran los curiosos preguntándose entre ellos.
Hasta que, por fin, llegó el médico legista.
Se colocó una bata, una mascarilla y unos guantes. Se ve que es un hombre acostumbrado a tratar con cadáveres, sin importar su estado.
Tuvo que espantar las moscas para poder hacer su trabajo.
Los curiosos, los policías, los investigadores de homicidio, todos, estaban atentso al momento cumbre.
¿Quién será?
Fue entonces cuando el médico legista rasgó el saco y, al hacerlo, brotó en todo su esplendor, casi a punto de reventar el cadáver de enorme perro.
Sin comentarios.

Julio Benzant, Ciudad Oriental
Dentro de un saco, la policía encontró un cadáver a punto de reventar Dentro de un saco, la policía encontró un cadáver a punto de reventar Reviewed by Fernando J. Buitrago on octubre 29, 2012 Rating: 5

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